Decir la Verdad o Predicar con Ética

INTRODUCCIÓN:

Muchas personas del mundo y también miembros de la iglesia de Cristo se ofenden muchas veces cuando se presenta un mensaje claramente fuerte, por así decirlo, contra el pecado y las falsas doctrinas y dicen que hay que enseñar la verdad, pero con “ética” y citan pasajes donde se nos manda a enseñar la verdad con amor etc.  Y acusan que otros que no lo hacen así, sino con ofensas e insulto y dicen que se están criticando duro y esto hace huir a las ovejas y a las almas del redil etc. 

Es más muchos miembros de la iglesia se ofenden por tonterías diría yo, cuando se les señala su pecado, muchos religiosos se ofenden cuando se les señala su error etc. Y acusan al predicador de ser muy ofensivos, que el mensaje no edifica etc.

Pero la palabra "ética" se deriva del vocablo griego "ETHOS", que significa literalmente costumbre. La palabra "moral", por otra parte, deriva del latín "MOS", que también significa costumbre. Por eso suele usarse indistintamente "ética" y "moral" como términos sinónimos. Sin embargo, los filósofos suelen reservar la palabra "ética" para la ciencia o disciplina teórica, y el término "moral" para contenidos que hacen a la práctica de tales elementos teóricos (Diccionario etimológico de terminologías griegas) ¡Pero este mismo no tiene nada que ver con enseñanzas “suaves” y “blandas”! Según la teoría popular.

Pero que tal si analizamos las predicas y ensañas de los profetas y apóstoles bíblicos, sus enseñanzas al exhortar al pueblo, al predicar contra los falsos profetas, contra la impiedad y la injustica ¿Qué vamos a ver? Notemos algunos ejemplos para consideración.

 

EL PROFETA JEREMÍAS:

Dice Jehová: He aquí que yo estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen: Él ha dicho.

He aquí, dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dice Jehová.

Y cuando te preguntare este pueblo, o el profeta, o el sacerdote, diciendo: ¿Cuál es la profecía de Jehová? les dirás: Esta es la profecía: Os dejaré, ha dicho Jehová.

Y al profeta, al sacerdote o al pueblo que dijere: Profecía de Jehová, yo enviaré castigo sobre tal hombre y sobre su casa” (Jeremías 23: 31-34).

 

EL PROFETA AMÓS:

“Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres y quebrantáis a los menesterosos, que decís a vuestros señores: Traed, y beberemos.  Jehová el Señor juró por su santidad: He aquí, vienen sobre vosotras días en que os llevarán con ganchos, y a vuestros descendientes con anzuelos de pescador; y saldréis por las brechas una tras otra, y seréis echadas del palacio, dice Jehová” (Amós 4: 1-3).

 

 

 

JUAN EL BAUTISTA:

Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?” (Mateo 3:7). 

 

NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO:

 “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces” (Mateo 7:15).

 

Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres” (Mateo 15: 7-9).

 

¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca (Mateo 12:34).

 

“¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?(Mateo 23:33).

 

EL APOSTOL PABLO: CONTRA LA IDOLATRÍA Y LA VENERACIÓN DE IMÁGENES

"Entonces Pablo, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: Varones atenienses, en todo observo que sois muy religiosos; porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio.

El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.

Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros.

Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos.

Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres.

Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos" (Hechos 17: 22-31).  

EL APOSTOL PABLO NUEVAMENTE A LOS ROMANOS:

“¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado.

Como está escrito:

No hay justo, ni aun uno;

No hay quien entienda,

No hay quien busque a Dios.

Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles;

No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

Sepulcro abierto es su garganta;

Con su lengua engañan.

Veneno de áspides hay debajo de sus labios;

Su boca está llena de maldición y de amargura.

Sus pies se apresuran para derramar sangre;

Quebranto y desventura hay en sus caminos;

Y no conocieron camino de paz.

No hay temor de Dios delante de sus ojos.

Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios;

Ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado” (Romanos 3: 9-20).

 

EL APOSTOL PEDRO:

“Pero éstos, hablando mal de cosas que no entienden, como animales irracionales, nacidos para presa y destrucción, perecerán en su propia perdición, recibiendo el galardón de su injusticia, ya que tienen por delicia el gozar de deleites cada día. Estos son inmundicias y manchas, quienes aun mientras comen con vosotros, se recrean en sus errores.

Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición.

Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad, y fue reprendido por su iniquidad; pues una muda bestia de carga, hablando con voz de hombre, refrenó la locura del profeta.

Estos son fuentes sin agua, y nubes empujadas por la tormenta; para los cuales la más densa oscuridad está reservada para siempre.

Pues hablando palabras infladas y vanas, seducen con concupiscencias de la carne y disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los que viven en error.

Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció” (2 de Pedro 2:13).

 

CONCLUISIÓN:

¿Qué les parecen? Si hoy estuvieran predicando estos profetas y el Señor mismo ¿Qué dirías las personas de este tiempo? ¿Acusaría a estos profetas de no predicar con amor? , pero ¿Qué es predicar con amor según el pensamiento popular? ¿No es todo lo contrario a lo que nos enseñas la biblia? ¿Por qué pues se quejan muchos cuando se les enseña la verdad? ¿Estaremos haciendo mal? Ó ¿Somos nosotros los que no queremos aceptar la verdad con sinceridad? Reflexionemos pueblos. No olvidemos que el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?

Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. (Hebreos 12:6-8).

“Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados” (Hebreos 12:11).