La Astrología

Introducción:

El deseo por mirar el futuro y conocer lo desconocido ha estado con el hombre en todas las tierras y épocas. En vista de que esto está más allá del hombre natural, desesperadamente ha buscado en toda esquina obscura y aceptado supersticiosamente los métodos absurdamente irracionales y ridículos intentando obtener el cumplimiento de sus deseos y aspiraciones. Esta búsqueda del conocimiento y poder sobrenatural inevitablemente ha llevado al hombre a apartarse de Dios y caer en la idolatría. Por eso, en Dt. 18:9-14 Dios advirtió – “9Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. 10No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, 11ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. 12Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. 13Perfecto serás delante de Jehová tu Dios.

14Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios”. Por consiguiente, ir donde una hechicera, un astrólogo o un adivino de alguna clase era y es practicar una forma de idolatría y está estrictamente prohibido por Dios.

 

La Astrología Antigua

Desde los tiempos mas remotos los astrólogos han sido los “divisores de los cielos”. La mas antigua de tales divisiones parece haber sido la de los cuatro ángulos, norte, sur, oriente y occidente. Las tablas astrológicas de este carácter han sido descubiertas en números considerables. Esto prueba que los primeros pronosticadores no tenían un entendimiento real de la astronomía. Los astrólogos ignorantes simplemente funcionaron como sacerdotes y “Sabios” de varios sistemas de religión idólatra a medida que los planetas se volvieron en objeto de adoración.

Además debería ser notado que los males de la astrología no estaban limitados a las naciones paganas. Israel y Judá fueron condenadas por practicar tal cosas. En 2 Reyes 17:16, el pecado de la rebelde Israel es relatado claramente, “Dejaron todos los mandamientos de Jehová su Dios, y se hicieron imágenes fundidas de dos becerros, y también imágenes de Asera, y adoraron a todo el ejército de los cielos, y sirvieron a Baal”. En 2 Reyes 23:4-5 en la narración de las reformas de Josías, tenemos lo siguiente: “4Entonces mandó el rey al sumo sacerdote Hilcías, a los sacerdotes de segundo orden, y a los guardianes de la puerta, que sacasen del templo de Jehová todos los utensilios que habían sido hechos para Baal, para Asera y para todo el ejército de los cielos; y los quemó fuera de Jerusalén en el campo del Cedrón, e hizo llevar las cenizas de ellos a Bet-el. 5Y quitó a los sacerdotes idólatras que habían puesto los reyes de Judá para que quemasen incienso en los lugares altos en las ciudades de Judá, y en los alrededores de Jerusalén; y asimismo a los que quemaban incienso a Baal, al sol y a la luna, y a los signos del zodiaco, y a todo el ejército de los cielos. Vemos de esto cuan extendida y desvergonzada se había vuelto la idolatría en Judá. Habían colocado un sacerdocio para la adoración del sol, la luna, los planetas y todo el ejército del cielo y tuvieron la audacia de practicar tal cosa en el templo del Dios Altísimo.

 

¿Astrología Moderna?

La astrología ha evolucionado de la supersticiosa, inexperta, e ignorante adoración de los planetas hasta la actual adoración sofisticada, ignorante y supersticiosa de los planetas. Todo empezó con los babilonios. Sin embargo, el cálculo matemático del orden de los planetas vino de los griegos. Y de esta manera en manos de los griegos, la astrología pasó de una religión a la apariencia de ciencia. En los tiempos antiguos los planetas eran adorados y los adivinos (o clarividentes) los consultaban para beneficio de los reyes. Pero con la fuerte tendencia individualista de los griegos, la suerte o destino de los individuos se convirtió en el tema de mas frecuente investigación. De esto brotó la idea de determinar el carácter y futuro de un hombre dependiendo de la posición de las estrellas en su nacimiento.

Ciertamente Grecia fue el lugar de nacimiento del Zodíaco. La astrología moderna continuó evolucionando a medida que los egipcios y los judíos añadieron sus elementos significativos. De los egipcios vino el concepto de dividir el día en 24 horas. Esto dio ocasión para una guarda del tiempo mas precisa.

Y de los judíos vino el séptimo día. Evidentemente esto les funcionó mejor que la semana egipcia de 10 días que intentaba dividir el mes en 3 períodos iguales. Y eventualmente todo esto se reunió en Egipto. Si, la astrología nació en Babilonia, se alimentó y crió en Atenas, se practicó en Jerusalén y se perfeccionó en Alejandría. Los escritos de Claudio Ptolomeo, alrededor del 140 D.C., describen un sistema de astrología que, aunque modificado en detalles, es en efecto el que se usa hoy en día.

 

El cristiano

Los cristianos fieles siempre se han opuesto a la astrología. Esta posición tiene un fundamento tanto bíblico como intelectual. Primeramente, la astrología es algo absurdo, sinrazón. Los planetas son de naturaleza material y física y no son la sede del poder que pertenece solo a Dios. Las divisiones de los cielos (el zodíaco) sobre las que se basa la astrología son puramente imaginarias.

Segundo, los cristianos de tiempos mas modernos han tenido el beneficio de la ciencia para fortificar lo que siempre han sabido de la Biblia. Con los descubrimientos de Copérnico, Galileo y Kepler, fue demostrado que la tierra es un planeta diminuto que se mueve alrededor del sol y que en efecto, nuestro sol mismo es sino una estrella pequeña entre muchas miles de estrellas que hay en el espacio. Por consiguiente, nuestra tierra no es el centro del universo como lo afirma la astrología.

Este conocimiento muestra que es muy ridículo suponer que las posiciones relativas del sol, la luna, las estrellas y los planetas en el momento exacto del nacimiento de uno pueda dictar y controlar las vidas de cada persona en nuestra mini-planeta tierra. Con el descubrimiento de nuevos planetas tales como Urano, Neptuno y Plutón, los astrólogos además han sido avergonzados, porque rehusan reconocer sus errores que tan obviamente los identifican como practicantes una falsa religión y una seudo-ciencia.

Sin embargo, el menosprecio del cristiano por la astrología viene principalmente de su conocimiento de la palabra de Dios antes que de los descubrimientos de los astrónomos y científicos. El hijo de Dios sabe muy bien que el sol, la luna y las estrellas son creaciones de Dios y no la fuente de algún poder extraño y místico que moldea y controla a todo ser viviente. Los cristianos no solo entienden que apartarse de Dios para ir a alguna otra fuente de guía sobrenatural es idolatría, pero recuerdan muy bien como los hombres de Dios clamaron contra la adivinación y encantamientos desde Moisés hasta Daniel y Pablo. En 1 Cor. 10:14, Pablo advirtió breve pero claramente, “Por tanto, amados míos, huid de la idolatría”. En consecuencia, el hijo de Dios comprende que la astrología, que es idolatría, es una obra de la carne (Gál. 5:19-21). Comprende que la astrología es una abominación para Dios y la dejará a un lado. La astrología no debería ser observada como una broma o un pasatiempo inocente.

Recuerde, a través de la palabra inspirada, Dios nos ha provisto la doctrina, amonestación, corrección e instrucción en justicia, para que seamos perfectos (maduros), preparados para toda buena obra. Por el contrario, las estrellas son sino creaciones materiales de Dios y no son la fuente de sabiduría o comprensión del futuro.

 

[Truth Magazine, XX:13, p. 8-9; Raymond E. Harris].