La Lógica y El Plan de Salvación

En su obra clásica Biblical Hermeneutics, Milton S. Terry, profesor hace un tiempo en el Garrett Biblical Institute, declaró que hay “una armonía general” que invade por completo las Escrituras. Consecuentemente, “A ninguna declaración sola o pasaje oscuro de un libro se le puede permitir que se ponga a un lado la doctrina que está claramente establecida por muchos pasajes” (1890, 449). Este procedimiento recibe el nombre de “analogía de la fe”.
 
Hay otra expresión que lleva la etiqueta “Método Sintético” (comp. “Síntesis”, —Juntar paralelamente). Este es un procedimiento de estudio donde uno recopila toda la información bíblica relevante acerca de un mismo tema, luego procede a las conclusiones de acción, basándose en una armonización del material. Esta es una forma de “lógica inductiva”, la cual consiste en razonar desde puntos independientes pero relacionados una conclusión general.
 
Aunque este método de razonamiento es usado por todo el mundo hasta cierto grado (aunque muchos no sabrían cómo identificarlo formalmente), es una tragedia que este procedimiento de sentido común es lanzado a los cuatro vientos cuando se aplica a la verdad bíblica— especialmente a los componentes del plan de salvación que Dios tiene para la humanidad.
 
En primer lugar consideremos un número de términos que se usan para describir el estado “ya-no-más-perdido”. Hay varios: salvo, perdonado, liberado, limpio, lavado, redimido, vivo, etc.
 
Ahora reflejaremos un número de pasajes donde estas distintas expresiones están conectadas con las condiciones preliminares a la recepción de la meta asociada. Al mismo tiempo, debemos mantener en mente que estamos buscando una armonía bíblica entre estos pasajes— no una contradicción. La Biblia, siendo la palabra inspirada de Dios, es armoniosa. No se puede colocar una “interpretación” sobre un texto que lo fuerce a contradecirse con otro relacionado con el mismo tema. Considere lo siguiente:
 
·         Creer + bautismo = salvación (Mr. 16:16).
·         Creer = vida eterna (Jn. 3:16).
·         Arrepentimiento + bautismo = perdón (Hch. 2:38).
·         Recibir la palabra + bautismo = salvación (Hch. 2: 41, 47).
·         Arrepentimiento + convertirse = eliminación del pecado (Hch. 3:19).
·         Creer + bautismo = regocijo (Hch. 8:37-39; 16:31-34).
·         Arrepentimiento = vida (Hch. 11:18).
·         Bautismo = lavamiento de los pecados (Hch. 22:16).
·         Fe = Justificación (Ro. 5:1).
·         Resucitar mediante el bautismo = novedad de vida (Ro. 6:3, 4).
·         Obediencia = justicia (Ro. 6:16).
·         Obediencia = liberación del pecado (Ro. 6:17).
·         Creer + confesar = salvación (Ro. 10:9, 10).
·         Lavado + santificación = justificación (1 Cor. 6:11).
·         Bautismo = unirse al Cuerpo (1 Cor. 12:13).
·         Bautismo = estar en Cristo (Gál. 3:27).
·         Fe = Salvación (Ef. 2:8).
·         Lavamiento del agua + palabra = limpieza (Ef. 5:26).
·         Lavamiento + regeneración = salvación (Tito 3:5).
·         Bautismo = salvación y buena conciencia (1 Pe. 3:21)*.
 
Si alguien sintetiza los datos en estos textos sólo puede llegar a una conclusión. Las siguientes condiciones son inherentes al plan de salvación para la humanidad— Creer, arrepentirse, una confesión de fe, y el bautismo en agua. El resultado de sujetarse a estas condiciones inspiradas es— salvación, perdón, justificación, novedad de vida, y estar en Cristo y en el Cuerpo.
 
En vista del orden secuencial de datos en estos pasajes, por qué en nombre de la razón alguien seleccionaría un punto, por ejemplo, “la fe” y contendería que la creencia es la condición solitaria de salvación; o peor aún, alegar que no hay condiciones para la salvación (como hacen los calvinistas).
 
En contraste con “el método sincrético de interpretación existe aquel procedimiento que sólo puede ser descrito como el “método asilado”. Este desviante esfuerzo es muy común entre aquellos que tienen no más que una habilidad rudimentaria para interpretar. Doquiera una situación pareciera justificarlo, ellos apelarán a un texto en lo más recóndito de su biblioteca teológica mental y lo “citarán” sea cual sea la aplicación que deseen asignarle, por ejemplo, la salvación por “fe solamente”.
 

Si alguien va a argumentar que la salvación es “por fe solamente” ¿por qué no se podría por la misma “lógica” “probar” que la redención se puede obtener solamente por medio del arrepentimiento, sin ninguna convicción acerca de Jesucristo? ¿O que el perdón se concede por el bautismo solamente , sin arrepentimiento ni fe (como en el caso de aquellos que practican el bautismo de niños)? Tales métodos de pésima interpretación son serios errores que sólo pueden conducirlo a uno al desastre.